Si bien es sabido que elaborar una buena estrategia de marketing es primordial para que cualquier empresa concrete sus objetivos, en la actualidad muchos emprendedores y pymes se plantean cuál es la mejor opción de mercadotecnia que deben seguir para edificar su plan de acción. Antes de llegar a una conclusión de este tipo, lo que primero debe tenerse en cuenta es conocer bien cuáles son las diferencias principales entre las dos corrientes de marketing más pronunciadas: la online y la offline.
Como en la gestión de cualquier proyecto, si desea elaborar una estrategia de Marketing de Guerrilla debe decidir antes cuál es el fin principal de la campaña y qué es lo que quiere conseguir con ella. Desde Pymerang le proponemos algunos interrogantes que le ayudarán a perfilar mejor sus objetivos y metas empresariales antes de detallarle las 9 reglas de oro del marketing de guerrilla. ¿Qué es lo que pretende con su estrategia de promoción?
El Marketing es, esencialmente, el conjunto de técnicas que utiliza una empresa para comunicarse con el público, influyendo en él para que consuma un determinado producto o servicio.
Las herramientas del marketing han evolucionado a lo largo del tiempo. Sin embargo, durante los últimos años han experimentado un cambio especialmente profundo debido a la explosión de Internet y, sobre todo, de las redes sociales. Hablamos del Marketing Digital.
El Marketing de Guerrilla es una buena alternativa de comunicación para los emprendedores y empresas pequeñas que disponen de pocos recursos económicos para darse a conocer. La gracia de este tipo de promoción es compensar la falta de dinero con una dosis extra de creatividad que permita diseñar campañas impactantes. Ahora bien, para conseguir esto es fundamental que primero se concreten una estrategia y unos objetivos.
El marketing de guerrilla se puede practicar a través de diversas acciones. La elección de una depende de varios criterios, entre los que destaca el canal de comunicación mediante el que se quiera llegar al público.
En principio, el marketing de guerrilla se ideó para las pequeñas empresas (pymes) y emprendedores cuyo presupuesto para publicitarse era escaso. Ese nuevo concepto implicaba dejar a un lado los medios masivos, como la televisión, la prensa y la radio, para tratar de llamar la atención en otros espacios con la calle o los eventos públicos. La estrategia consistía en ahorrar dinero en el soporte a cambio de explotar la creatividad para impactar al público.