La reputación corporativa comporta una serie de compromisos que la empresa asume y que están contemplados en su cultura y valores (y por extensión, en los comportamientos que sus trabajadores despliegan). Se traduce, finalmente, en una clara ventaja competitiva en su sector y en un valor añadido en el imaginario de sus “stakeholders” y, en general, de la sociedad y el entorno en el cual se mueve la organización.
La reputación corporativa es sinónimo de reputación de marca, y en ella se ven envueltos diferentes factores. En todo caso, se fundamenta en todas las estrategias y actuaciones en las que se pone de manifiesto los valores y la ética empresarial. Las políticas que lleva a cabo la organización al respecto pueden entenderse en clave interna (trabajadores) o externa (mercado y sociedad).
Trabajadores
La forma en la que los trabajadores (y sindicatos) perciben una empresa está estrechamente relacionado con las políticas de Recursos Humanos que desarrolla. La profesionalidad, objetividad y la orientación a personas distingue a las empresas con una marcada reputación corporativa respecto al resto, en cuanto a los procesos relacionados con:
Selección y acogida.
Desarrollo de personas.
Promoción y planes de carrera.
Retribución y política salarial.
Política de despidos y desvinculación.
Prevención de Riesgos Laborales.
Conciliación de vida laboral y personal.
Calidad del liderazgo (directivos y mandos intermedios).
Mercado y sociedad
La reputación corporativa cobra especial importancia cuando el énfasis se pone en el cliente. ¿Hasta qué punto influye en la satisfacción del consumidor y añade valor al producto o servicio que se ofrece?
Además, existen otros factores que, aunque influyen en la decisión de compra, tienen un mayor calado y que van más allá del aspecto instrumental que este tipo de políticas empresariales buscan. Al fin y al cabo, pueden considerarse como un único tipo de factores que influyen más allá del propio sistema que supone la empresa:
Calidad del producto o servicio.
Políticas de medioambiente.
Políticas de precios.
Campañas publicitarias.
Comunicación institucional.