Las empresas familiares son aquellas en las que al menos el 50% del poder se concentra en manos de una misma familia. Entre sus integrantes suelen contar con diferentes miembros de la misma y todos ellos suponen una parte activa en la toma de decisiones.
Estas peculiares características, que las diferencian de otro tipo de organizaciones, encierran una fuente de debilidades de entre las que cabría destacar las tres que repasamos a continuación.