
La información privada es uno de los bienes más preciados que cualquier persona tiene y sin embargo durante mucho tiempo no existieron los mecanismos que le aseguraran a la población que dicha información sería tratada con cuidado y que su uso sería únicamente para aquellas actividades verdaderamente necesarias. En lugar de eso se presentó una gran variedad de ocasiones en las cuales los datos personales eran transferidos a terceros con intención de venta, proselitismo político y cuestiones similares. Uno de los principales actores en esta situación han sido las empresas, quienes pueden acceder a una gran cantidad de información personal de sus clientes.



