
El agente internacional no es más que un intermediario en lo que se refiere al comercio internacional. En virtud de su contrato con el exportador, se encargará de la promoción así como de la conclusión de los actos comerciales apoyándose para ello en su conocimiento del sector y sus contactos. Es él quien obliga a la empresa en cuyo nombre actúa.
Una de las principales características de la figura del agente internacional y que lo diferencian de otro tipo de contratos internacionales es la cualidad de ser autónomo. En base a esta autonomía, es él y sólo él quien planifica, organiza y decide su trabajo. No obstante, no debe olvidarse que entre sus obligaciones se encuentran el actuar con la diligencia debida y el informar al empresario exportador.