El experience marketing o cómo vender experiencias en vez de productos


Por: X. Peralta Maniviesa

El motivo de este cambio hay que buscarlo en el hecho que el consumidor es mucho más exigente y los mercados están saturados y necesitados de diferenciación. El resultado, campañas originales, impactantes y virales, que utilizan todos los medios posibles (las redes sociales especialmente) para enganchar al consumidor.

La marca asociada a valores

Muchas marcas buscan que los consumidores se fidelicen al producto a través de los valores que éste desprende. Estos valores, a su vez, contienen una serie de emociones y sentimientos que es lo que realmente hace que la persona se alinee con la marca. En España por ejemplo, ya son famosos los anuncios que cada verano emite la marca de cervezas DAMM, donde se asocia dicha marca con el estilo de vida mediterráneo: vende la experiencia de vivir sano, tranquilo, al aire libre, etc.

Vender un estilo de vida

Estrechamente relacionado con los valores, la experiencia de marca es un concepto íntimamente ligado al estilo de vida del consumidor (como en el caso anterior). El sector del automóvil hace tiempo que entendió esto y todas las marcas lo han hecho extensivo. Cada segmento y marca se hace eco de lo que su producto ofrece (familia, aventuras, etc.) para así vender estilos de vida a través de experiencias. Coca-Cola, por otro lado, promociona estilos de vida saludables (“Levántate”), en contraposición con lo que, en un principio, una marca de refrescos podría defender.

Los sentidos involucrados

La experiencia se vive a través de los sentidos, que transmiten información al córtex y a estructuras subcorticales, entremezclando razón y emoción. Es evidente que el sentido más utilizado en la sociedad actual es la vista, aunque muchas marcas han destacado por involucrar todos los sentidos en la experiencia de marca. Starbucks, por ejemplo, ofrece al cliente una experiencia integral, donde no sólo el olfato está presente (y mucho), sino que facilita un espacio con sillones cómodos, iluminación agradable, música ambiente, etc.

Eventos fuera de lo común

Vender experiencias también supone magnificarlas y hacer que el potencial consumidor las viva de forma indirecta. Es la estrategia de marca que busca Red Bull, posicionada en conceptos como la aventura, la velocidad y el riesgo. El ejemplo más claro se encuentra en el salto desde la estratosfera en paracaídas del austríaco Baumgartner, lo que hace que la marca quede ligada para siempre con un evento extraordinario y mediático.

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