Clasificación Internacional de Patentes (CIP)


Por: Marta B.

Los orígenes de la Clasificación Internacional de Patentes

Tiene su origen en el año 1971, en que los Estados que fueron parte en el Convenio de París para la protección de la Propiedad Industrial suscribieron un tratado con carácter internacional y multilateral, que se denominó Arreglo de Estrasburgo, relativo a la Clasificación Internacional de Patentes.

Este Tratado no entró en vigor hasta cuatro años después, en 1975, aunque hoy día los sesenta y un Estados que formaban la estructura original, se han convertido en más de cien que utilizan las oficinas de la CIP, demostrando así la utilidad de esta clasificación que, con su uniformidad de criterios y carácter internacional se ha convertido en una herramienta muy efectiva a la hora de buscar y localizar documentos de patentes.

La Clasificación Internacional de Patentes en la Práctica

En la práctica, la CIP se divide en ocho secciones, cada una de las cuales representa a un sector de la tecnología.

El tema se complica a la hora de hablar de las subdivisiones, que superan las setenta mil. Es por esto que existe una guía que se puede consultar libremente, en la que se explica el mejor modo de manejar la información que se encuentra aglutinada en la CIP. Especialmente importante a la hora de consultarlo es prestar atención al apartado donde se explica la disposición de símbolos de clasificación (sección, clase, subclase y grupo).

Aunque los idiomas originales de la clasificación son el inglés y el francés, también podrá acceder a sus datos en español a través de la siguiente dirección web: http://cip.oepm.es/ , donde encontrará un apartado que le llevará directamente a la guía que se mencionaba en líneas anteriores.

Es importante tener en cuenta que esta clasificación atiende a importante propósitos sirviendo:

  • Como punto de partida para la difusión de la información relativa a las patentes.

  • Como medio que ayuda a conocer el estado de evolución de la técnica en diferentes ámbitos.

  • Como herramienta para acceder de una manera lógica y sencilla a la información de tipo tecnológico y jurídico que en ella se contiene.

  • Como base para elaborar estudios estadísticos que contribuyan a evaluar el nivel de desarrollo tecnológico.

X

Ayúdanos a servirte mejor

Por favor complete todos los campos.

No requerimos de tu información personal.