Los retos de las empresas familiares


Por: Marta B.



La economía

Las circunstancias socioeconómicas que vivimos afectan también, y mucho, a las empresas familiares por diferentes motivos:

  • Hay menos consumo.
  • Se hace más complicado, en líneas generales, captar nuevos clientes.
  • La crisis también provoca que se pierdan clientes, que no pueden seguir asumiendo el gasto que les supone el producto o servicio que consumían.

Estos problemas pueden verse también como oportunidades que llevan al cambio. Si no se pueden captar clientes, hay que hacer algo para conseguir penetrar en un segmento de mercado diferente. Si nuestros clientes actuales no pueden asumir este gasto, vamos a ofrecer un formato diferente o un pack más económico que les permita seguir con nosotros, o vamos a proponer soluciones de financiación que les ayuden a mitigar el impacto del gasto.

La internacionalización

Entre los cambios que muchas empresas familiares se plantean está la internacionalización. Considerando la situación que atraviesa la economía nacional, ven en el extranjero la única salida, sin embargo no son conscientes de que esta alternativa no es sencilla, ya que para internacionalizar una empresa:

  • Es necesario hacer una inversión.
  • Hace falta emplear mucho tiempo y recursos en conseguir información.
  • Es preferible tener cierta experiencia, ya sea en exportaciones o en inversiones en otros países.
  • Es fundamental estar preparado: idiomas, contactos, negociación a un nivel distinto que en el mercado local, normativa, etc.

Quienes se lanzan a la aventura sin saber a lo que se enfrentan no suelen culminar su iniciativa con éxito. En la mayoría de los casos, después de desatender su negocio real, que dejan de lado por la ilusión de la bonanza que hallarán en otros mercados, se encuentran con que la vuelta es muy dura y se hace más complicado que antes el mantenerse porque han perdido un tiempo precioso, han gastado unos recursos importantes y han quemado casi todos o todos sus cartuchos.

Las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías son otro de los retos de las empresas familiares. Parece imposible no subirse al carro del progreso y, adaptarse a los nuevos tiempos, ya que más que una necesidad es una obligación. La flexibilización choca muchas veces con la mentalidad anclada en el pasado de los responsables de las empresas familiares que, en general, son bastante más reticentes al cambio que ninguna otra:

  • Por tradición: 'si siempre se ha hecho así y ha funcionado, por qué vamos a cambiar' es uno de los argumentos que esgrimen más frecuentemente.

  • Por desconocimiento: cuando no se comprende la utilidad de un avance, es difícil querer incorporarlo a la dinámica empresarial.

  • Por motivos económicos: este tipo de empresas cuentan con mayores dificultades de financiación que ninguna otra, por eso, cuando se plantean adecuar los sistemas tecnológicos de la compañía y renovar los equipos existentes pueden descubrir que su presupuesto no se lo permite.

Para luchar contra estas barreras hace falta actualizarse, formarse, informarse. Tener una empresa es una responsabilidad que exige estar a la última en todo, después se puede elegir lo que es conveniente y lo que no, pero para eso hace falta conocer.

La financiación es un asunto de compleja resolución. Actualmente las subvenciones y las bonificaciones han minimizado su oferta y no es tan sencillo como antes lograr el apoyo de las entidades bancarias. Hace falta pues, buscar nuevas soluciones, inversores privados que crean en el proyecto de la empresa, business angels o figuras similares. Aunque tomar una decisión de este tipo requiere de tiempo, ya que se gana en liquidez, pero se pierde en control.

El cambio de mentalidad es la parte más complicada de superar y ahí entran en juego las nuevas generaciones que, poco a poco, deben ir ganando terreno en la gestión para lograr que el negocio familiar progrese.

X

Ayúdanos a servirte mejor

Por favor complete todos los campos.

No requerimos de tu información personal.