El estilo de negociación en los diferentes países guarda relación con los valores culturales y las costumbres del lugar. Así, aquel empresario que no esté al tanto de los matices propios de cada entorno, no podrá funcionar eficazmente en el extranjero. No es posible describir exactamente cómo negocian los europeos occidentales porque, incluso, en este pedazo de territorio, hay diferencias entre los países.
Dos de las características principales del español son el orgullo y el sentido del honor, rasgos que inevitablemente tendrán una influencia en el proceso negociador. Así, pese a que los empresarios españoles suelen crear un clima amigable y distendido en el transcurso de la negociación hay que tener especial cuidado con tomarse excesiva confianza. Por ejemplo, el empresario español suele ser reacio a dar mucha información sobre su compañía, por lo que se debe evitar esta clase de preguntas.
El contrato de comercio internacional es, al fin y al cabo, un contrato peculiar, ya que se da entre sujetos de países diferentes con sus correspondientes diferencias legislativas (distintos ordenamientos jurídicos).
Los principales tipos de contratos internacionales son la Compraventa, el Contrato de Agencia, el Contrato de Distribución y la Franquicia. A continuación se halla un resumen de cada uno de ellos.
La elección de uno u otro medio de pago internacional se suele realizar en función de distintos factores que dependerán en cada caso de la confianza entre los agentes, la solvencia de las partes, los plazos establecidos en el contrato y la capacidad de asumir riesgos de las partes.
Atendiendo a las razones de confianza y riesgo, podríamos clasificar los Medios de Pago y Cobro Internacional en tres grupos: