Cómo elaborar un perfil profesional


Por: X. Peralta Maniviesa
  1. Descripción funcional.

    Antes de determinar los conocimientos, habilidades y experiencia mínima que se necesitan para el puesto de trabajo vacante, lleve a cabo una descripción de las responsabilidades y tareas del mismo. Por ejemplo, si se trata de un puesto técnico-administrativo, las responsabilidades podrían estar referidas a la gestión documental, atención telefónica, etc.

  2. Dedicación para cada función.

    Determine, de forma aproximada, el porcentaje de tiempo de dedicación para cada área de responsabilidad o función. Sólo así podrá establecer las necesidades del puesto en cuanto a estudios, experiencia, etc. Siguiendo con el ejemplo, la gestión documental podría suponer un 30% del tiempo de dedicación, la atención telefónica un 25%, etc.

  3. Competencias necesarias.

    En función de la descripción de funciones y responsabilidades del puesto de trabajo, realice un análisis acerca de los conocimientos y habilidades clave para llevar a cabo con éxito dichas tareas. De nuevo, teniendo en cuenta el ejemplo anterior, la persona debería disponer, para la gestión documental, de un buen nivel de planificación y organización, conocimientos informáticos a nivel de usuario, etc. Para la atención telefónica, una buena capacidad de escucha, comunicación eficaz y orientación al cliente, etc.

  4. Selección en base a competencias.

    En cuanto a la necesidad de conocimientos y habilidades de la persona para adaptarse al puesto, céntrese más en competencias y habilidades prácticas y no tanto en los estudios curriculares. En el ejemplo expuesto, en la elaboración del perfil usted debería señalar las competencias de planificación y organización, comunicación, orientación al cliente, etc., siendo los estudios en administración deseables, aunque no imprescindibles, si el candidato presenta evidencias de un buen nivel competencial en todo lo anterior.

  5. Superiores jerárquicos y funcionales.

    Detalle las relaciones internas y externas de la persona en el puesto de trabajo, además de las dependencias funcionales y jerárquicas reales (con su posición en el organigrama de la empresa). Este aspecto debe ser perfectamente cuidado, ya que el éxito en el ajuste del candidato en la organización dependerá, en gran parte, de la sintonía que muestre con sus superiores inmediatos o subordinados. El hecho de que en la ficha del perfil que usted elabore se indique esto, facilitará el proceso de selección (Es recomendable que los superiores jerárquicos y funcionales, intervengan en el proceso de selección, especialmente al final del proceso).

  6. Una definición de perfil dinámica y abierta.

    Los puestos de trabajo, y los perfiles, cambian con el tiempo para ajustarse a las tareas del mismo, por lo que la definición de los perfiles debería también actualizarse y estar abierta a cambios.

La elaboración de un perfil profesional es un paso previo e imprescindible si usted desea llevar a cabo un proceso de selección exitoso.

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