El papel de las incubadoras en las universidades


Por: Andrea Barragán

Asesoría especializada, formación y visibilidad son los tres elementos que prometen a sus incubados. Estos centros tratan, por tanto, de que los emprendedores se capaciten para hacer crecer su compañía en la buena dirección pero, además, buscan que sus proyectos empresariales traigan la prosperidad a sus comunidades de origen en forma de empleos.

La actividad en esta red de incubadoras no se reduce a elaborar el plan de negocios, sino más bien a brindar al emprendedor las herramientas y habilidades que le permitan gestionar de manera eficiente su empresa, reduciendo, así, las probabilidades del fracaso del negocio.

Para conocer cómo trabajan estas incubadoras, Pymerang ha conversado con Michelle Valdespín, coordinadora de la Incubadora de Empresas Tenancingo, situada en este campus.

¿Qué papel desempeña esta incubadora en el contexto universitario?

En primer lugar, capacitación y asesoría a los estudiantes en temas relacionados con el emprendedurismo, así como la oportunidad de realizar servicio social y prácticas profesionales que les permitan desarrollar habilidades y afianzar conocimientos. Por otro lado al concluir sus estudios pueden generar su autoempleo a partir del desarrollo de ideas propias sobre alguna actividad, con lo cual se genera el arraigo a sus comunidades o municipios de origen y en un mediano plazo podrán brindar nuevas plazas de trabajo.

Además, la incubadora juega un papel como mediadora entre empresas establecidas y estudiantes, que por necesidades presentadas se pueden canalizar a éstas.

Actualmente se cuenta aproximadamente con 30 proyectos generados por alumnos o egresados del Centro Universitario UAEM Tenancingo, quienes han incubado sus ideas de negocio durante los últimos años. Algunos de ellos se contemplan como casos de éxito, sobresaliendo entre los proyectos más exitosos que se han gestado en la incubadora.

¿Cuál es su objetivo?

Brindar apoyo y consultoría empresarial personalizada de alto nivel a la comunidad de la UAEM y al público en general, mediante un modelo certificado que permite la generación de impacto y desarrollo económico en el Estado de México. También, crear empresas con bases firmes para evitar su desaparición, apoyar en la consolidación y crecimiento de empresas establecidas, así como motivar la formalidad en pequeños negocios que pueden lograr impacto social o económico de beneficio para las comunidades de la región.

¿En qué sentido puede ayudar a los estudiantes universitarios?

Puede auxiliar y dar seguimiento a las ideas de negocio que se presenten por parte de la comunidad estudiantil, a través del desarrollo de planes de negocios, consultoría y cursos de capacitación que resulten benéficos y complementarios para el desarrollo de un negocio.

Igualmente, contribuye a hacer realidad una idea de negocio a través del acompañamiento permanente durante la planeación de la empresa, así como durante su inicio de operaciones, o en la búsqueda de nuevos retos como la exportación, registro de marcas, patentes, etc.

¿Qué reciben ellos durante el proceso de incubación?

La asesoría especializada para la planeación de su empresa (plan de negocios) y la creación de su imagen corporativa, la orientación y acompañamiento para el registro de marcas o patentes, la vinculación con otras empresas, escuelas, incubadoras e instituciones en donde pueden ofrecer sus productos o servicios, así como la oportunidad de utilizar una oficina para el inicio de operaciones.

¿Y al finalizarlo?

Dentro de los beneficios que reciben podemos señalar: la oportunidad de realizar alianzas estratégicas con otros proyectos incubados; la participación en ferias, foros o exposiciones nacionales e internacionales en donde den a conocer sus productos o servicios; la vinculación con empresas mexicanas y extranjeras; así como la difusión permanente de sus productos y servicios a través de los diversos medios de comunicación universitarios, digitales o masivos.

¿En qué consiste el periodo de incubación?

Primeramente, se realiza una entrevista inicial, se aplica un diagnóstico, se informa cuáles son los requisitos para ingresar, una vez cubiertos los requisitos se asigna un consultor de negocios (asesor) y comienzan asesorías en un periodo promedio de seis meses (mínimo 2), donde se lleva a cabo un proceso de formación personalizado.

Se realizan sesiones de asesoría semanales de una o dos horas, en las cuales abordan los tópicos de cada estudio que conforma el plan de negocios, así mismo se les asignan tareas de investigación a los emprendedores/empresarios para la construcción de su plan de negocios.

Este proceso representa una dinámica de capacitación permanente, donde se busca, más que concretar un documento (plan de negocios), que el emprendedor adquiera herramientas y habilidades que le permitan administrar de manera eficiente su empresa, y con ello aminorar los riesgos de su cierre.

¿Qué tipo de proyectos acoge?

Los proyectos que ingresan a la incubadora son de diversos ámbitos: restaurantes, productoras de mermeladas, operadoras turísticas, agencias de viajes, producción y comercialización de artesanías, producción y comercialización de pan, producción y comercialización de flores, comercializadoras, manufactura, trasformación de alimentos.

¿Cómo es el antes y el después de entrar?

Para las empresas que ya se encontraban establecidas, su mejoría se ve al aplicar estrategias que les permiten tener una mejor organización interna, así como analizar cuáles son las actividades que les limitan el crecimiento, logrando aplicar algunas herramientas que contrarresten este suceso.

Con respecto a las nuevas empresas, la asesoría les permite definir mejor su negocio, analizar cuáles son sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, identificar a sus clientes potenciales y sus competidores, definir cuál es la mejor ubicación para establecer el negocio y lo más importante es que pueden tomar una mejor decisión al conocer si su proyecto es viable o no, con lo cual disminuyen sus riesgos al iniciar operaciones.

Para ambos casos existe la misma posibilidad de acceder a foros, exposiciones, ferias o eventos de microempresas, para que promocionen sus productos.

¿Cuáles son los ingredientes para que un proyecto tenga éxito?

La asesoría, la capacitación, la disposición, la dedicación, la apertura, la perseverancia y el esfuerzo de cada uno de los emprendedores/empresarios.

Por ejemplo, en el año 2010 se atendieron 20 proyectos de los cuales siguen operando 16. En 2011, se atendieron 25 proyectos de los cuales 15 se encuentran operando. En 2012 se atendieron 21 proyectos de los cuales siguen operando 17 y en el año pasado se atendieron 18 proyectos, de los cuales operan 13, aunque algunos otros están por iniciar operaciones.

Me gustaría destacar algunos casos de éxito que nos tienen muy orgullosos en la Incubadora UAEM Tenancingo, porque son empresas creadas por alumnos o egresados del Centro Universitario UAEM Tenancingo. Son 'Maliemociones Malinalco', una operadora turística integrada por egresados de Turismo de la UAEM; 'Flores Latinas', conformada por un Ingeniero Agrónomo en Floricultura y una egresada de Relaciones Económicas Internacionales dedicada a la comercialización de flor y 'Kuanaua', una empresa creada por una Licenciada en Turismo enfocada en el desarrollo de productos e innovaciones con base en rebozo artesanal de Tenancingo (accesorios, zapatos, carteras, bolsas, bisutería, corbatas).

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